Tuesday, February 5, 2013

La Muerte de un Burócrata


La Muerte de un Burócrata es una película cubana producida en 1966. Dirigida por Tomás Gutierrez Alea, narra los sucesos que ocurren tras la muerte de Paco, un obrero ejemplar que muere en un accidente laboral. Sus compañeros del sindicato deciden enterrarlo con su carné laboral, desconociendo que su esposa y sobrino no podrán cobrar su pensión sin el documento. La película procede a presentar las dificultades que enfrenta el sobrino del difunto en poder recuperar el documento y lograr que su tía pueda cobrar la pensión.


El filme satiriza la complejidad de los procesos burocráticos y las intransengia de las entidades que representan la autoridad. Lo absurdo de la situaciónes con las que topa el personaje principal contrarasta con la seriedad de la critica a la ineficiencia que puede surgir de una estructura mal diseñada y manejada. Lo más impactante de todo, es que casi 50 años después, todavía observamos casos similares en Puerto Rico, particularmente a nivel gubernamental.

El manejo de estas instituciones parece tomar una página directa de la la administración burocratica de Max Weber, caracterizadas por reglas estrictas y organización como una maquina. Vale la pena notar que el conflicto inicial - la muerte de Paco y la decisión de enterrarlo con su carné laboral - fueron ambos producto directo de la maquina que el propio Paco invento.

Este sistema adminsitrativo funge en contra del sentido común que debería reinar en el caso presentado en la pelicula. El mismo propicia a que las reglas sean aplicadas uniformente sin tomar en cuenta las particularidad del caso del sobrino. Por su parte, las veces que el sobrino intenta obrar por encima de lo establecido por el sistema - ej, exhumando el cuerpo por su cuenta en vez de llevando la orden judicial y el ponchar su propia orden - le causa aun más dificultad. Otro gran problema es la falta de comunicación entre las diferentes partes, tanto externamente como internamente. Por ejemplo, cuando el sobrino va en búsqueda del certificado de exhumación, lo mandan de escritorio en escritorio hasta terminar en el mismo escrotorio al que fue referido de primera instancia, para después ser referido al llamado Departamento de Aceleracion de Tramites. Ninguno de las personas que le atendieron durante el proceso le explicaron al sobrino que es lo que tenia que hacer, sino que lo dirigían de un lado a otro.

Todos los percances sufridos por el protagonista hubieran sido evitados si alguna de las figuras de autoridad hubieran adoptado un poco de la Perspectiva de Contingencia y hubieran hecho una excepción. Si le hubieran permitido abrir el ataud sin orden de exhumación, si le hubieran permitido volver a enterarlo, si le hubieran aceptado la orden sin firma, en fin, si ese contexto existiera un sistema que permitiera excepciones. Entiendo que como es el caso en los centros de información, cada caso se debe analizar dentro de su debido contexto y el sentido común debe ir por encima de todo. La falta del sentido común en esos procesos fue el principal ingrediente que llevo al protagonista a la locura.


En el contexto de un centro de información, entiendo que el mejor acercamiento es uno que tenga bien definido sus parámetros, pero que a su vez sea flexible y fácil del acesar para el usuario. Es importante, como fue discutido en clase, que todos los empleados tengan un nivel de conocimiento adminsitrativo. De nada sirve tener los mejores recursos si nadie los pueda acceder, ni crear los mejores servicios si no se pueden proveer al público. Para esto, es necesario que la estructura de nuestros centros de información no se conviertan en máquinas, sino que sea un sistema que fluya y de espacio para la contingencia.


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